Los precios del transporte público

Hace unos días las autoridades competentes en materia de transporte público nos facilitaban las nuevas tarifas que estarán vigentes el próximo año 2.009.

Bajo mi punto de vista, están elaboradas desde la perspectiva de aquellos que no tienen dificultad para llegar a fin de mes. Esa prepotencia esta bien presente en el hecho de 7 de cada 10 validaciones se realizan mediante la T-10, curiosamente la tarjeta que más ha subido de precio, por encima incluso del ipc.

La propuesta de penalizar las tarjetas más económicas, para así fidelizar al usuario del transporte público y lograr que compre tarjetas como la T-mes o la T-trimestre, distan mucho de beneficiar a las capas más populares, que son en su mayoría las que compran las tarjetas más económicas.

Si se compra una T-10 es en mucho casos porque en ocasiones lo combinan con otros medios de transporte (bicing, a pie, compartiendo coche,...) y en otros muchos casos porque a la gente le cuesta llegar a final de mes y no ve claro avanzar el importe de las tarjetas más cara y no confía en su rentabilidad.

¿Para cuando los responsables de fijar los precios bajaran al anden, o subirán al autobús y comprobaran de una vez por toda la realidad? Mientras marquen los precios desde una oficina, amparados en su propia capacidad económica y no en la de las personas que mayoritariamente usan el transporte público este problema no se solucionara.