Son muchas las ideas y conceptos que he ido aprendiendo estos días dentro del curso sobre cambio climático y energías renovables impartido en el Adenc.
Me gustaría reflejar algunas de las más significativas, bajo mi punto de vista:
- En primer lugar algo que muchos de nosotros no tenemos en cuenta a la hora de adquirir un nuevo producto y es la cantidad de energía que hay detrás de él. No me refiero a la energía empleada en su elaboración, sino la que comporta, por ejemplo, su embalaje, su proceso de distribución desde el lugar de producción hasta el lugar de almacenaje y desde aquí al punto de venta. Es de vital importancia detenerse un segundo al escoger un producto, en comprobar su lugar de procedencia e imaginar su "viaje" por el mundo. Si bien bajo este punto se puede pretender una visión autárquica y cerrada del sistema económico, destacar que no sería esta la intención. Si nos guiamos por el patrón de producción-consumo lo más sostenible posible tendríamos que intentar, en la medida de lo posible, de consumir los productos elaborados lo más cercanamente posible al lugar de consumo o de venta.
- Otra idea que me pareció curiosa y que desconocía por completo es la medida que desde hace algún tiempo se emplea en algunos países, más sensibilizados en cuestiones medio ambientales que nosotros..., como es el caso de las cubiertas verdes. En resumidas cuentas la intención sería devolver a la naturaleza una pequeña parte de aquel espacio que las construcciones de nuestras viviendas le han ocupado. ¿De que forma? Utilizando los tejados como base de una cubierta vegetal, convenientemente aislada y ubicar algún tipo de plantas o incluso, en función de los casos pequeños arboles o arbustos. Además de forma indirecta se mejoraría el aislamiento térmico de los edificios ya que funcionaría como barrera, evitando el sobrecalentamiento de nuestras estancias en verano y el excesivo enfriamiento en invierno, reduciendo así el consumo de calefacciones y aires acondicionados.
